lunes, 28 de octubre de 2013

PANELLETS

INGREDIENTES
para aproximadamente 60 panellets

Para la masa
500 gr. almendra en polvo
500 gr. azucar
250 gr. patata hervida

Para rebozar
1 huevo
150 gr. almendra en grano
100 gr. de almendra marcona
200 gr. piñones




Para la masa de los panellets, chafamos bien con un tenedor la patata hervida y mezclamos en un bol con la almendra y el azucar.




Una vez tengamos una masa consistente, que no se nos enganche en las manos, vamos cogiendo pequeños pellizquitos y hacemos bolitas no muy grandes. 

Batimos un poquito la clara de huevo y mojamos en ella las bolas para que los piñones y las almendras se adhieran mejor. 






Rebozamos las bolitas con almendras o piñones, en algunos podemos poner una almendra entera y chafar un poquito; estos últimos como no van rebozados, pueden ser ligeramente más grandes que los otros, para que el tamaño final sea el mismo.

Con la ayuda de un pincel, pintamos con yema de huevo los panellets y los introducimos en el horno, solamente con calor arriba.





El tiempo que deben estar en el horno varía en función del horno, y hay que ir vigilando que no se doren demasiado. Si lo colocamos en la zona central a 200 grados, deberán estar unos 10 minutos; aunque es mejor vigilar la primera horneada y las siguientes serán aproximadas. 

Cuidado que cuando el horno ya está caliente, se doran antes.



















BON PROFIT I BONA CASTANYADA!!!

lunes, 21 de octubre de 2013

PERSONAS

Converso, escucho, leo, observo, pienso... y llego a la conclusión que todos somos, a pesar de nuestras diferencias, y nuestras particularidades muy parecidos. A veces escucho atentamente la letra de alguna canción y me pregunto, ¿el autor me conocerá? ¿cómo sabe que eso mismo que está contando, me está ocurriendo a mí?. A lo largo de la vida, vivimos muchas experiencias, que son únicas para nosotros, pero que de una u otra manera han pasado a muchos otros, incluso en otros tiempos. A veces en libros escritos en otras décadas, o en otro siglo, encuentro tantas similitudes con mi vida y la de la gente que me rodea, que me parece que todo está escrito, que cualquier cosa que pueda pasarnos, ha ocurrido con anterioridad a muchas otras personas. Por qué sino, en nuestro vocabulario, existe una palabra que define exactamente cada una de las sensaciones, cada uno de los sentimientos que vamos experimentando a lo largo de la vida. Siempre encontramos una palabra que define como nos sentimos, aunque a veces preferimos optar por un no se.... no se que me pasa. La tristeza es un estado de ánimo que dudo que haya una sola persona en el mundo, que no haya experimentado alguna vez. La vida es larga y hay tantos momentos vividos, que todos los sentimientos y todas las emociones tienen cabida. Por suerte, tenemos un mecanismo en nuestro cerebro, que nos empuja a pesar de todo a seguir hacia adelante, que nos ayuda a apartar de la memoria y del recuerdo las experiencias y los momentos más amargos. En ocasiones es necesario hacer un esfuerzo para conseguirlo, pero tenemos la capacidad de hacerlo si nos lo proponemos. Todos y cada uno de nosotros somos únicos, porque incluso viviendo circunstancias parecidas, lo que nos diferencia es la actitud que tomamos, nosotros dibujamos el camino a seguir. El ser humano es vulnerable y frágil, pero a la vez es fuerte y decidido. La vida es una lucha continua por encontrar el camino que nos acerque a la felicidad, al triunfo, al amor... Por eso debemos ser valientes, es importante que la valentía nos acompañe siempre. Valentía para admitir nuestras debilidades, nuestros errores, valentía para enfrentarnos a nuestros miedos y superar las adversidades, valentía para amarnos a nosotros mismos. Valentía y determinación para diferenciarnos del resto.

sábado, 19 de octubre de 2013

CUSCÚS DE VERDURAS Y CORDERO

El cuscús es un plato tradicional de Marruecos. En árabe, significa “la comida” y ha sido y continua siendo el plato principal de muchas familias en muchos pueblos del norte de África.

Ésta es la versión de mi familia, mi abuela lo hace así, y afortunadamente mi madre, para quien la cocina no tiene secretos, aprendió la receta y casi podría jurar que la mejoró, cosa que no me atrevería a decir de mi misma. Yo lo he hecho pocas veces, pero tengo que decir que me encanta.

Ésta es una receta para 4 personas, pero si añadimos un poco más de sémola, seguramente habría suficiente para 8. Eso suele pasar con las recetas de mi madre… nunca te quedarás con hambre.


2 cebollas
2 Tomates 
3 Nabos
4 Trozos de Apio, hojas y tallos
4 Zanahorias
¼ Col
¼ Calabaza
1 ramita de Perejil
1 hoja de Laurel
200 gr. de Garbanzos
1 cucharada de Pimienta
1 cucharada de Pimentón dulce
2 cucharadas de comino molido
4 a 8 trozos de cordero en función del tamaño y de la parte escogida. Se puede utilizar cualquier parte, pierna o paletilla, cortada a trozos. En Marruecos se utiliza mucho el cuello porqué es más económico y es muy rico.


Tiempo de preparación aproximado 4 horas

Preparación:

Lo primero que debemos hacer es poner en remojo los garbanzos la noche anterior a preparar el cuscús.

Para este plato, utilizamos sémola precocinada, ya que es más sencillo y el resultado es muy bueno. Aunque dejaremos su preparación para el final del proceso.


Mi madre hace este plato en una olla rápida, pero se puede hacer en una olla tradicional. La única diferencia es que el tiempo de elaboración es un poco mayor.

Para cocinar este plato, tenemos varias opciones, la primera es preparar todos los ingredientes al principio, y la segunda es preparar todo menos las verduras, y preparar éstas mientras se cuece la carne. Esto va a gustos, y también en función del tiempo que se tenga para preparar el plato. Aquí está explicado de la primera forma, es decir preparando todos los ingredientes al principio. También se puede preparar la carne un día, y al día siguiente las verduras, ya que la preparación de todo el plato en un mismo día, es bastante larga.

Vamos a ello:


Para empezar, pelaremos las verduras, incluso el tomate. A los tallos de apio le retiramos las hebras con un pelador. Picamos la cebolla pequeñita, pelamos el tomate y lo troceamos pequeño también y picamos el perejil. Separamos el apio, de manera que picamos pequeñitas las hojas, y los tallos, los cortamos a tamaño mediano, igual que el resto de las verduras.
Ponemos a hervir agua en una olla, ya que la necesitaremos después.

Ponemos un chorro generoso de aceite en una olla grande, a fuego un poco alto, cuando esté caliente freímos primero lo que tenemos cortado a tamaño pequeño, echamos la cebolla y la sofreímos un poquito, después el apio, el perejil y por último el tomate, le damos unas vueltas, añadimos el laurel y terminamos de sofreír todo junto. 




Cuando está bien sofrito, añadimos la carne y cocinamos todo junto un rato a fuego vivo. Entonces, apartamos un momento del fuego y añadimos las especias, la pimienta, el pimentón dulce y el comino. Volvemos a poner en el fuego y le añadimos el agua hirviendo, dejamos hierva un momento, entonces añadimos los garbanzos, los garbanzos son la única legumbre que se echa con el agua hirviendo, así siempre quedarán tiernos, sino corremos el riesgo de que nos queden duros, esto es muy importante. También es importante comprobar la cocción de los garbanzos con una cuchara de madera, nunca de acero, para que no se endurezcan. Ahora, debemos dejarlo hervir tapado durante aproximadamente 2 horas, primero lo dejamos hervir unos 10 minutos a fuego vivo y luego bajamos a fuego medio y lo dejamos hervir hasta que los garbanzos y la carne queden tiernos.

Si se cocina en la olla rápida, el tiempo se reduciría a la mitad.


Pasado este tiempo, colamos el caldo y dejamos en la olla la carne y los garbanzos. En el caldo hervimos las verduras unos ¾ de hora, comprobando que queden cocidas, pero no demasiado, para que no se deshagan.

Para la elaboración de la sémola, sólo hay que seguir las instrucciones del paquete. Es muy sencillo. Ponemos el cuscús en un recipiente, y añadimos agua hirviendo, cubriendo el cuscús y un poquito más y esperamos a que la sémola absorba el agua. Lo probamos para ver que está en su punto y le añadimos un poco de mantequilla, y espolvoreamos con un poquito de comino y pimienta.

Para servirlo, ponemos la sémola en la base del plato, y colocamos por encima la carne y las verduras y añadimos un poco de caldo.

En una salsera aparte, mezclamos un poco de caldo con la salsa picante, para que cada uno pueda añadirla al gusto en su plato.










Buen Provecho

شهية طيبة

jueves, 3 de octubre de 2013

MÁS QUE AMIGOS…


Follamigos es la palabra que utilizamos para definir una relación entre dos personas que no tienen un compromiso de pareja. También usamos ese concepto que suena tan bien, amigos con derecho a roce, pero…  ¡Cuidado! El roce hace el cariño, y del cariño se llega al amor…. o no... Y qué pasa si uno llega al amor y el otro no… pues que todo se complica…para uno más que para el otro.

Lástima que no pensé en esto cuando leí un artículo denominado Amigos con derechos vs. amantes genitales de Anne Cé,  en el Blog Eros del País Digital del 23 de mayo de 2012. Este artículo me gustó mucho, y hoy, he pensado que era un buen día para volver a leerlo. Hoy he prestado especial atención a este fragmento: “Se cuenta con ellos y su cariño y su generosidad sin pedir explicaciones, en el puro presente sin contexto, en el que no caben ni “dónde estabas” ni “dónde vas a estar”. Para un lado y para el otro, y salvo en las líneas de diálogo libremente elegidas en que uno quiere comentar algún plan. Y cuando el pacto está claro, la vida puede ser bella (durante el ratito de comunión, por supuesto).”

A estas alturas de la película, sería antiguo y pasado de moda pensar que las mujeres tenemos más tendencia que los hombres a enamorarnos, no me considero antigua ni pasada de moda, más bien todo lo contrario, sin embargo por alguna razón, en este momento sí creo que es así. Es muy probable que el pensar así esté condicionado por el hecho de que en mi círculo más próximo tengo más contacto con mujeres que con hombres. Para los hombres, ese concepto de amigos con derecho a roce, es seguramente el estado ideal, y posiblemente también lo sea para muchas mujeres durante un período de su vida, o incluso siempre, sin embargo, algunas de nosotras, bien por el tic tac del reloj biológico o bien por otros motivos, en algún momento decidimos que el concepto follamigo ya no nos sirve. No queremos un follamigo, ni un amigo con derecho a roce, no queremos un amigo, lo que queremos es una pareja. ¿Por qué? Lamentablemente no tengo respuesta a esa pregunta, aunque puedo hacer algunas conjeturas.
Es posible que uno de los motivos sea que a las mujeres nos gusta pensar que somos únicas. Si se acuesta conmigo, ¿para que necesita acostarse con otras? Pues amiga mía, para qué no lo se, pero por descontado lo necesita.
La segunda, es que si necesitamos ayuda, queremos que nos la brinden casi sin que tengamos que pedirla, es decir que él siempre esté allí por si le necesitamos. Pero si tiene otras amigas, quizás tengamos que esperar nuestro turno, y claro… para eso ya tenemos el mercado… no estamos para pedir tanda en cuanto a relaciones se refiere.
En fin… que esto de la amistad con derecho a roce está muy bien para una temporada, pero por alguna extraña razón, lo mismo que ocurre con otro tipo de relaciones “más serias”, éstas también tienden a estropearse, y eso que habíamos dicho que el pacto estaba claro…




miércoles, 2 de octubre de 2013

TERAPIA


En los últimos tiempos siento que gran parte del tiempo que paso hablando con mis amigas, lo dedicamos a hacer terapia.
Pero... ¿Qué significa hacer terapia? La verdad es que Terapia es una palabra que hace unos años tenía un significado distinto para mí del que tiene en esta fase de mi vida. Si buscamos su significado en el diccionario de la RAE, nos remite a tratamientos terapéuticos, definición que no me satisface demasiado. Si buscamos en wikipedia, la definición tampoco satisface mis expectativas. En medicina, tratamiento o terapia (del griego θεραπεία/therapeia = tratamiento médico) es el conjunto de medios de cualquier clase (higiénicos, farmacológicos, quirúrgicos o físicos) cuya finalidad es la curación o el alivio (paliación) de las enfermedades o síntomas. Es un tipo de juicio clínico.
En mi círculo cercano, hacer terapia es sencillamente la puesta en común de emociones y sentimientos con mis amigas. Cuando hacemos terapia, necesitamos que nos escuchen, que compartan experiencias similares, que nos apoyen y que nos animen, con el único objetivo de mejorar nuestro estado de ánimo. Es muy importante para garantizar la efectividad de la terapia, que las personas que la llevan a cabo sean amigas, porqué la terapia es algo muy serio.
- ¿Sientes que tu pareja no te escucha lo suficiente? Tranquila... si tus amigas están cerca, eso tiene solución con una buena dosis de terapia.
-¿Quieres un tipo de relación más comprometida con alguien que sólo quiere ser tu amigo? No hay problema, eso se soluciona con un ratito de tarapia.
-¿Un ex-novio reaparece, te manda flores y se lamenta por haberte dejado escapar? No pasa nada, amiga mía, eso lo solucionamos con un poquito de terapia entre amigas.
Para que la terapia sea efectiva, hay que respetar algunas reglas básicas. La primera y fundamental es escuchar, no olvidemos que quien necesita terapia, está especialmente sensible, y cree que sus “problemas” son los más importantes, por eso, debemos ser prudentes con nuestros comentarios, para no herir más esa sensibilidad que está a flor de piel. La segunda regla, es tratar de ponerse en la piel de la otra persona, es posible que hayamos vivido una situación similar, pero nunca, nunca hemos podido vivir la misma situación que esa persona, y esto me remite a lo más importante, jamás deberemos juzgar las decisiones tomadas por nuestras amigas, ni menospreciar sus actos, porqué entonces la terapia pierde su sentido. La última finalidad de quien solicita la terapia, es ser escuchado. necesita nuestra empatía, nuestra comprensión, nuestro apoyo y nuestro cariño, no necesita nuestro juicio, nuestra desaprobación, a veces ni siquiera necesita nuestro consejo.... aunque por supuesto podemos opinar constructivamente.

Ya sabes, si tienes algún problema sentimental, rodéate de buenas amigas y ¡¡¡haced terapia!!!

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